
En relación con la ciencia, seguí coleccionando minerales con gran celo, pero de manera nada científica; todo lo que me importaba era un nuevo mineral con nombre y apenas intentaba clasificarlos. Debo haber observado los insectos con cierto cuidado, porque cuanto tenía diez años (1819) fui para tres semanas a Plas Edwards en la costa de Gales, y me sentí muy interesado y sorprendido al ver un gran insecto hemíptero negro y escarlata, muchas mariposas nocturnas (Zygaena) y una cicíndela, que no se encuentran en Shropshire. Casi decidí empezar a coleccionar todos los insectos que pudiera encontrar muertos, porque tras consultar a mi hermana resolví que no estaba bien matar insectos sólo por coleccionarlos. La lectura de Selborne, de White, me llenó de satisfacción al observar las costumbres de los pájaros, y aun tomaba notas sobre el tema. En mi inocencia, recuerdo que me preguntaba por qué todos los caballeros no se hacían ornitólogos.
Darwin - Autobiografía
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